Paulina Reyes | Luis Martínez
La caída en desuso de los medios tradicionales como la televisión, el radio y los periódicos ha sido gradual, con la televisión destacándose como el medio en el cual más se desconfía. Según datos de nuestro estudio, un 52.8% de las personas entrevistadas considera que la información proporcionada por la televisión no es confiable. El uso de este medio como fuente de noticias varía significativamente según la edad, siendo menos utilizada entre los jóvenes (11%), mientras que la radio (5.56%) y los medios impresos (2.78%) tienen una presencia mínima en este grupo. En el caso de las personas mayores de 51 años consumen medios tradicionales en mayor porcentaje el consumo de noticias por estas fuentes es mayor, la televisión cuenta con un 31%, la radio 31%, y los periódicos impresos del 21%.
La tendencia al desuso de estos medios se identifica también por el Digital News Report 2024, en el que se destaca una pérdida gradual profundamente marcada en TV y Medios impresos. El uso en los medios tradicionales ha disminuido de 59% a 39% en el sexenio, mientras que las redes sociales han ganado presencia en todos los países y segmentos de edad.
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Polarización y politización en las noticias
Sin embargo, no existe una relación directa entre la disminución del uso y la confianza. Si bien las noticias en televisión experimentan grandes índices de desconfianza, son las redes sociales seguidas de los noticieros de Youtube y Facebook los que representan mayor desconfianza en contraste con la confianza en la radio y los periódicos impresos.
Cuauhtémoc Cruz, experto de la Universidad Iberoamericana de Puebla, menciona que la televisión tiene un estigma muy fuerte, influenciado tanto por la actual administración como por administraciones anteriores. Este estigma es tan pronunciado que el contenido televisivo es percibido como de baja calidad y con poca veracidad. No obstante, señala que, por ejemplo, Canal 11 ha hecho contribuciones bastante interesantes, sin embargo el público sigue sin tomar en cuenta la calidad de los productos, lo que refleja cómo algunas declaraciones han influido en esta percepción.
Carolina Fernández, cuyo medio tenía una versión impresa hasta antes de la pandemia, señala que manejar esta modalidad contribuía a aumentar la confianza en las audiencias. «Nos daba mucha credibilidad tener el impreso, porque imprimir un periódico es caro,no cualquiera imprime un periódico, incluso te daba estatus, hasta podías acceder a más recursos públicos, porque había más regulaciones», detalla que justo es la falta de regulación la que ha mermado la confianza en los medios digitales y las redes sociales. Para Fernández, la radio es la más fuerte en cuanto a credibilidad y confianza.
Sin embargo, llama la atención que los jóvenes consideran que los medios impresos son poco confiables. Algunos de los medios catalogados como “no confiables” en el sondeo digital realizado incluyen a Reforma, Proceso y La Jornada, que aún poseen líneas impresas pero no se salvan de esta percepción negativa.
Por su parte, Daniela Mendoza de VerificadoMX señala que, a pesar de la pérdida de confianza en los medios tradicionales, los medios locales siguen siendo valorados positivamente. Mendoza resalta que el periodismo local se considera más confiable, lo que brinda una oportunidad para fortalecer la relación con la audiencia a partir de esta base de confianza.
La confianza en los medios tradicionales ha disminuido notablemente en los últimos años, primordialmente en la televisión, una tendencia influenciada por factores generacionales y tecnológicos. Sin embargo, por la fuerte regulación que tienen los medios tradicionales pueden reducir ese estigma entre las nuevas generaciones y recuperar la credibilidad, como pasó en el contexto de la pandemia. En un entorno donde las redes sociales dominan el panorama informativo y donde la percepción de sesgo y baja calidad sigue afectando su reputación.
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